Resumen:
Introducción
Los cavernomas del tronco cerebral (CTC) son malformaciones vasculares de
bajo flujo que pueden detactarse incidentalmente o presentarse con sangrado
y déficit neurológico. La resección quirúrgica continúa siendo el tratamiento
de elección. La íntima relación entre el cavernoma y las complejas estructuras
anatómicas adyacentes hacen que la cirugía sea un verdadero desafío.
Distintas zonas de entrada seguras (Safe Entry Zone, SEZ) al tronco cerebral
han sido recientemente descriptas para disminuir las probabilidades de daño
neurológico. Presentamos nuestra experiencia en el tratamiento quirúrgico
de los CTC.
Material y Método
Revisión retrospectiva de una serie de pacientes operados de CTC. Se incluyeron
pacientes mayores de 18 años de edad con diagnóstico de CTC que
habían sangrado.
Resultados
La serie incluyó 21 pacientes con CTC operados durante el período 2001-2019.
La edad promedio fue de 40 años y el seguimiento de 41 meses. El síntoma
más frecuente fue la cefalea súbita post-sangrado en el 66% de los casos y
el signo neurológico más común la hemiparesia en el 53% de los pacientes.
La localización más frecuente fue protuberencial en el 47% de los casos. Los
abordajes más utilizados fueron el telo-velo-tosilomedular y el retrosigmoideo.
Las SEZ al tronco cerebral más utilizadas fueron el triángulo suprafacial
del piso del IV ventrículo y el área peritrigeminal. El 38% de los pacientes se
operaron después del primer sangrado y el 57% post 2 sangrado. Se obtuvo
resección completa en el 95% de los casos. Al último seguimiento 71,4% de
los pacientes habían mejorado su condición clínico-neurológico respecto al
inicio, el 23,8% permanecieron sin cambios y solo el 4,7% habían empeorado.
Conclusión
La cirugía de los CTC sigue siendo el tratamiento de elección en pacientes candidatos a la misma. Lesiones sin expresión pial y oligosintomáticas podrían
controlarse clínico-radiológicamente. El detallado conocimiento de la anatomía
del tronco cerebral sumado a la utilización de monitoreo neurofisiológico
ayuda a disminuir las probabilidades de déficit neurológico postoperatorio.