Resumen:
Actualmente en la mayoría de los países europeos así como en EEUU, los pacientes con enfermedad de Parkinson tienen la obligación de declarar la enfermedad a las autoridades que otorgan el registro de conductor así como también a las empresas de seguro. No obstante, hasta hace algunos años la enfermedad de Parkinson no era considerada un obstáculo mayor para la conducción de automóviles de manera segura y para la obtención del registro de conductor hasta llegado los estadios avanzados de la misma. Esto cambió significativamente cuando a partir de 1999 comenzaron a verse frecuentemente reportados ataques de sueño en pacientes con enfermedad de Parkinson que recibían tratamiento con agonistas dopaminérgicos. Esto llamó la atención de médicos y autoridades no solo para reconsiderar la seguridad del uso de determinadas medicaciones durante el manejo de automóvil sino también sobre la capacidad de los pacientes para conducir. Una serie de estudios comenzaron a llevarse a cabo con el fin de determinar los factores que contribuyen a una disminución de la capacidad para conducir automóviles no relacionada con los ataques de sueño en pacientes a lo largo de los diferentes estadios de la enfermedad de Parkinson.