Resumen:
Introducción. Los trastornos del sueño y el dolor crónico están relacionados bidireccionalmente. Ambos están relacionados con trastornos afectivos, fatiga, depresión, ansiedad y abuso de fármacos, y afectan significativamente a la calidad de
vida. El objetivo del Programa Interdisciplinario de Dolor (PRID) es aliviar el dolor del paciente y mejorar su funcionalidad
a través de la incorporación de hábitos posturales, del sueño y nutricionales saludables, técnicas de relajación, ejercicio
físico y mecanismos cognitivoconductuales.
Pacientes y métodos. Se realizó un estudio retrospectivo, observacional y transversal. Se examinó a 323 pacientes con
dolor crónico que completaron el PRID. Se les evaluó al principio y al final del programa con escalas de dolor, depresión,
calidad de vida e insomnio, y se les comparó entre grupos con y sin insomnio –índice de gravedad del insomnio (ISI) menor de 15 frente a mayor o igual a 15–. Se estudió a 58 pacientes con polisomnografía.
Resultados. Se observó una mejoría significativa (p < 0,0001) del dolor, la depresión y la calidad de vida evaluados mediante la escala analógica visual (EVA), el inventario de Beck y el cuestionario Short Form-36 (SF-36), tanto en pacientes
con dolor crónico con ISI menor de 15 como ISI mayor o igual a 15. Los resultados fueron superiores en el grupo de pacientes con insomnio. La presencia de un índice de apneas e hipopneas elevado y movimientos periódicos de los miembros
inferiores en los pacientes no se relacionó con la mejoría de las escalas de Beck, SF-36, ISI y EVA.
Conclusiones. En conclusión, el PRID beneficia a los pacientes con dolor crónico no oncológico en varias esferas afectadas,
además del dolor, mediante un tratamiento integral. La polisomnografía puede ayudar a diagnosticar patologías específicas e individualizar el tratamiento farmacológico.