Abstract:
La encefalopatía traumática crónica es una enfermedad neurodegenerativa resultante de la acumulación de numerosos traumatismos craneoencefálicos, para la cual no existe un diagnóstico en vida definitivo ni un tratamiento específico. Entre los factores de riesgo asociados se encuentran: la exposición a deportes de contacto que predisponen a traumatismos craneoencefálicos clínicos y subclínicos reiterados, la presencia de la apolipoproteína E4 y la edad. A escala microscópica, la lesión patognomónica de la enfermedad implica agregados de proteína tau fosforilada en neuronas, con o sin astrocitos en forma de espina, en las profundidades del surco cortical alrededor de un pequeño vaso sanguíneo, en lo profundo del parénquima y con un patrón irregular, que pueden estar acompañado en ocasiones de otros depósitos de proteínas anormales y prevalentes en otras entidades como placas de beta-amiloide, TDP-43 y/o alfa-sinucleína. Desde el punto de vista clínico se caracteriza por un curso lento e insidioso que se inicia con síntomas cognitivos leves, alteraciones del comportamiento y desregulación emocional, y progresa hacia la aparición de síntomas motores tipo parkinsonianos y demencia. La única forma de diagnosticar definitivamente la ETC es después de la muerte, durante una autopsia del cerebro. A pesar de que se han propuesto criterios diagnósticos prometedores, no están actualmente validados. Se están desarrollando biomarcadores que determinen en vida los cambios fisiopatológicos de la entidad sin necesidad de la biopsia.