Resumen:
Introducción y objetivo
En Argentina, la calidad del cuidado que los adultos mayores con cuadros crónicos de deterioro cognitivo reciben, está siendo afectada por la pandemia de COVID-19. Nuestro objetivo fue estudiar en qué medida la cuarentena afectó el bienestar y los síntomas conductuales de sujetos con demencia que viven en la comunidad y sus cuidadores luego de las 8 semanas iniciales de aislamiento obligatorio.
Métodos
Familiares de 119 pacientes con demencia tipo Alzheimer (DTA) o trastornos relacionados que viven en la comunidad fueron invitados a participar de forma anónima y voluntaria de una encuesta exploratoria, de tipo transversal o sincrónica, y con formato electrónico. Se utilizó estadística descriptiva y el test de Chi-cuadrado con un valor de significación de p < 0,05 para analizar las diferencias según la severidad de la demencia.
Resultados
La edad media de los sujetos con demencia fue de 81,16 años (± 7,03), el 35% tenían > 85. El 67% tenía DTA y el 26% demencia mixta. El 34,5% tenían demencia leve, 32% moderada y 33% severa. En el 67% de los casos, el cuidador principal era familiar. Se observó un aumento de ansiedad (43%), insomnio (28%), depresión (29%), empeoramiento de la marcha (41%) y aumento del uso de psicofármacos. La frecuencia de síntomas conductuales fue mayor en sujetos con demencia leve (p < 0,05). En casi todos los casos la rehabilitación fue suspendida durante la cuarentena. Hubo un aumento significativo de la sobrecarga del cuidador durante la pandemia (t = −8,657; p < 0,001).
Conclusiones
Tanto los sujetos con demencia que viven en la comunidad como sus cuidadores mostraron un empeoramiento de su bienestar y estado de salud durante la pandemia de COVID-19, debido a una combinación multifactorial de aislamiento social, ausencia de rehabilitación, aumento del estrés del cuidador, miedo de contraer la enfermedad entre otras causas. Es necesario desarrollar un plan de acción coordinado y urgente que involucre a las familias de los pacientes, las autoridades sanitarias y el personal de salud que habitualmente atiende a estos pacientes para mitigar el impacto negativo de la cuarentena y epidemia en la salud de los sujetos con demencia que viven en la comunidad.